
Superhéroes LMBRD2
Los guerreros invisibles






En un mundo donde la fuerza suele medirse en poder y velocidad, nuestros mayores héroes demuestran resiliencia de maneras que la mayoría no percibe. Libran batallas no en grandes escenarios, sino en los momentos cotidianos, contra desafíos que la mayoría jamás enfrentará.
Cada niño afectado por la mutación del gen LMBRD2 es un verdadero héroe. Su vida diaria es una batalla, una aventura llena de desafíos donde cada pequeño progreso es una victoria y cada sonrisa un faro de luz.
Se enfrentan a lo invisible, a lo desconocido, con una fuerza inimaginable. Tras sus ojos se esconde una determinación inquebrantable, una resiliencia que inspira admiración. Nos enseñan a ver el mundo de otra manera, a valorar cada instante y a redefinir el verdadero significado del coraje.
HISTORIA DE UN SUPERHÉROE

Luka
29 de marzo de 2021

Luka nació el 19 de marzo de 2021. Nació por cesárea en la fecha prevista. Sus valores fueron completamente normales: 54 cm de longitud, 35 cm de perímetro cefálico y 4210 g de peso. Durante los primeros seis meses, su desarrollo físico fue normal. Era un bebé muy tranquilo, aunque físicamente inactivo. Prefería observar. Posteriormente, su desarrollo físico fue lento o inexistente. No pudo darse la vuelta boca abajo hasta los 7 meses y boca arriba hasta los 10. Después, su desarrollo se estancó durante mucho tiempo.
A los 15 meses, comenzó a cojear lentamente. Se movía solo con los brazos, con mayor frecuencia con el derecho. Gracias a la fisioterapia según el método Vojta, su progreso fue gradual.
A los 18 meses ya podía sentarse solo y a los 24 se sentó de forma independiente. Su cojeo mejoró progresivamente y se aceleró, e incluso comenzó a mover las piernas ocasionalmente. A los 32 meses, Luka empezó a ponerse de pie, y a los tres años comenzó a gatear.
El proceso de desarrollo es largo. Al principio solo da unos pocos pasos, pero luego cada vez da más. Ahora gatea muy rápido y con seguridad, puede subir escaleras gateando, pero aún no bajarlas. En el andador practicamos ponerse de pie todos los días. Esto le anima a ponerse de pie.
Sus habilidades cognitivas también se corresponden con su nivel de desarrollo. Se desarrolla en el orden correcto, aunque con mucho retraso. La distancia que alcanza es cada vez mayor. Actualmente le gusta mirar libros. Sus sonidos favoritos son Mamá, Papá, Coche y Guauguau. Le encanta escuchar música. Aunque todavía es principalmente no verbal, se comunica con los demás mediante expresiones faciales y su risa. Señala objetos o se hace notar con sonidos. Entiende mucho; su aprobación suele ser una sonrisa, y si algo no le gusta, lo aparta o refuerza su opinión con un sonido. Se ríe mucho, tiene una risa muy contagiosa. Nos llena de alegría. Juega mucho con sus hermanos y otros niños del barrio o del jardín de infancia. Antes no se fijaba en sus piernas. Hoy en día, su percepción se ha ampliado hasta la parte inferior de las piernas. Todavía no percibe sus pies, pero poco a poco empieza a jugar con ellos cuando está tumbado en el cambiador. Esperamos que consiga ponerse de pie a los cuatro años. Soñamos con que aprenda a caminar. Pero todo es posible.
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